Control Alt Suprimir

El Blog de Noé Vázquez

domingo, 30 de mayo de 2021

¿No tendrá Coquita, please?



A todos nos gusta Coca, el refresco de la ola. Se ha quedado en nuestra cabeza como una recurrencia producto de años y años de bombardeo publicitario el siguiente jingle: Si quieres ver el mundo disfrutar y llenarlo de amor. O bien, este eslogan: Comparte Coca-cola y una sonrisa. La bebida ya viene con toda la algarabía publicitaria burbujeante y taimada capaz de convencerte de que realmente necesitas Coca en tu vida. No importa que sus enjundiosos y generosos niveles del barato e infame jarabe de fructuosa hagan que tu páncreas trabaje horas extras generando insulina para absorber los extraordinarios niveles de glucosa que pondrán a tu cuerpo a volar, o el exceso de calorías y carbohidratos que se convertirán tarde o temprano en grasa acumulada en el abdomen. Tarde o temprano, la Coca te pondrá panzón y viejo, y si te enfermas: flaco, ojeroso, cansado y sin ilusiones, como dice la canción, ya que de seguro te va a dar anemia y luego vas a estirar la pata; y si tomas Coca Light, olvídalo, te va a dar mal del Alzheimer pero nunca se te olvidará tomar Coca porque se convertirá en un hábito, y también morirás; o bien, terminarás con intolerancia a la glucosa y con tu organismo listo para entrar en fase de diabetes mellitus, y también vas a colgar los tenis. Coca te va a corroer por dentro porque tiene ácido fosfórico, te va a destruir poco a poco y no te vas a dar cuenta. También te va a dañar el esmalte de los dientes y se te pondrán amarillos y sarrosos. Lo cierto es que Coca te va a deteriorar de una manera gradual, lenta. Reafirmarás tu felicidad en aquello que te va aniquilando. Definitivo, será una dulce muerte. Te veremos en las filas del Seguro Social teniendo que departir y compartir la incómoda sala de espera con señoras gordas que se pasan la Metformina con tragos de, ¿adivinen qué? Así es, la omnipresente, necesaria y nunca suficientemente ponderada Coca. 

Todo esto que acabo de mencionar es trivial para quien tiene el hábito. Tenía un amigo que siempre compraba su presentación de dos litros para ir tomando tragos a lo largo del día. Le preguntaba con preocupación: «¿No has pensado que a la larga te va a hacer daño?», me respondía que «de algo se tiene uno que morir». Coca es la bebida favorita de casi todos, sin importar extracción social. La tomaba Cristina Onassis, la hija millonaria del famoso naviero Aristóteles Onassis. Se dice que la bebida contribuyó a deteriorar la salud de la heredera en sus últimos días. Cristina Onassis llevó su adicción a esta bebida al nivel de tomar varios litros a lo largo del día. Coca es la bebida favorita de los albañiles quienes, en sus ratos de ocio cuando el arqui está ausente y nadie supervisa la construcción, se sientan a departir sus respectivas memelas de salsa de verde o roja —o su correspondiente torta de queso de puerco— con el maistro mientras cuentas sus anécdotas, ríen, esculpen los sueños de su desbordada imaginación entre trago y trago de su respectiva gaseosa. Coca siempre es la primera opción, habrá momentos en los que tendrán que comprar Big Cola porque rinde más y es más bara bara. Supe de alguien que se compraba rejas para tenerlas guardadas debajo de la cama. En la mayoría de las comunidades, en donde no llega la electricidad, el teléfono o las conexiones wifi siempre veremos que existe la Coca-cola. Las madres de familia, en vez de comprar leche para sus hijos, compran Coca, es más barata aunque con un nivel nutricional de cero. 

Coca es tan necesaria para nosotros los mexicanos como los tacos de suadero, de buche, nana y nenepil. Pregúntale a le señora si tiene Coca. Los de seso, con su cilantro y cebolla picada en tabla. Me gusta más la Coca de vidrio, como que le da un sabor especial. Los de carnitas estilo Michoacán. Le voy a agarrar una Coca, ¿no tendrá un destapador? Gracias. Los de tripa dorada o de cueritos de cerdos, grasientos a tal punto que se siente pegajosos en la lengua y el paladar mientras los masticas. Vete a la tienda por una Coca, nomás no te tardes. Los tacos árabes con su salsita de tamarindo o de chipotle. Con su Coca, por favor, bien helodia. Los de machitos o tripa de buey con su chile habanero o pico de gallo. Oiga, ¿me pasa una Coca de seiscientos mililitros del refri? Los de canasta o sudados que alivianan el hambre de nuestras horas-Godínez. Señito, ¿no tendrá Coca de lata, please? Los de canasta de chicharrón prensado, please, que vende don Jimmy afuera de la oficina, con su salsita verde o roja. ¿Oiga, no tendrá Coquita? Los de asada de res con su respectivo guacamole pirata y su cebollita morada picada bien finita. ¿Me sirve algo de tomar? De preferencia Coca. La comida mexicana pretexta su bebida edulcorada y dañina, la indispensable Coca. Alimentos terrenales que parecen invocar telepáticamente el elixir burbujeante y carbonatado que devuelve el alma al cuerpo. 

Y es que su regusto picante de dióxido de carbono y extraordinario sabor a caustica nuez moscada y de cola han conquistado la humanidad. Después de todo, la vida se origina a partir de enlaces de carbono cada vez más complejos, y Coca-cola es una bebida de carbón líquido. Por eso le llaman la chispa de que el endulza el caldo primigenio de la vida en la tierra. Coca-cola es tan importante que ha sido considerada como recurso estratégico en épocas de guerra para elevar la moral de las tropas y también, como señal civilizatoria que trae aparejada la existencia de los neveras, los cubos de hielo y la bien amada cultura popular hecha de frases, de formas de vestir, de poses, de actitudes, de iconos de toda clase. La Coca es tan útil al mismo tiempo y tan devastadora en nuestras vidas que algunos estudiosos y expertos en prospectiva y futuristas financiados por la fundación Rockefeller, Guggenheim y anexas ---que de seguro también son accionistas de Coca-cola--- creen que nos acompañará hasta el día en que el ser humano se convierta en una especie interplanetaria, tal y como quiere Elon Musk, quien de seguro también se toma su Cocota de dos litros comprada en la miscelánea de esquina. 

Es un hecho que la bebida se venderá en Marte para la calors, con sus respectivos popotes y latas que dejarán el paisaje marciano hecho un chiquero tal y como en estos lares. Claro que, la Coca marciana estará adaptada para su ligera atmósfera y sus cambios de temperatura tan brutales. Habrá Coca en las lunas de Júpiter y Saturno. Desde luego, también en los exoplanetas. Los directivos de Coca-Coca en su sede de Atlanta, Georgia —donde tienen la fórmula de la bebida a siete candados para que los de Pepsi y Red Cola no se la apañen— afirman que ya trabajan en nuevas y excitantes presentaciones como la Coca sabor a hierro fundido para los paladares de los audaces habitantes de ciertos sistemas planetarios; o bien, la Coca con regusto a metano líquido para esos exploradores que no se conforman con los aburridos sabores ordinarios de siempre; o la Coca sabor tormenta de ácido sulfúrico, para aquellos en lugares en donde se tercie y se antoje tan exótico sabor, ahí se le augura un éxito tremendo; y no olvidemos el tan esperado sabor arena de silicio incandescente que tomaremos mientras disfrutamos de un huracán de vidrio y que de seguro, arrollará a la competencia como un torbellino.

Todo parece indicar que seguiremos eructando CO2 mientras vamos de aquí para allá por el universo. Pero no especulemos. Vamos a conformarnos con nuestra respectiva bebida de carbono líquido. Coca-cola es tan necesaria y tan destructiva para la humanidad que, directivos de la Universidad de Buffalo, Nuevo York, han considerado abrir una cátedra para su estudio y su impacto antropológico, ambiental, sociológico, político, económico. Asimismo, su repercusión en la novela, el cine, el comic, la cultura popular. La importancia de Coca Cola trasciende los social. ¿Cuál es la primera palabra que aprenden a decir los infantes? Pues, «Coca». De esa forma, las madres llenan el respectivo biberón de tan preciado líquido, creando un hábito que a la larga, pudrirá sus dientes de leche. La Coca puede usarse en para edulcorar platillos, para quitar el óxido a las herramientas, para remover goma de mascar de la ropa o del calzado, para equilibrar la presión arterial. También, como sustituto del hidrogel para las plantas o quitamanchas en la ropa. Puede aplicarse con una brocha en los llantas de los vehículos, lo que les dejará una pátina reluciente que hará que se vean como nuevos. Sirve para aflojar tornillos, como limpiador para ollas y sartenes. Se usa para limpiar el inodoro, para aliviar el dolor por picaduras de insectos. No cabe duda, que Coca es la chispa de la vida y que la tendremos en nuestra vida por cientos de años más. Salud a todos. O quizá debería decir: Buuurrppppp raaaaapppppppppaghhh.